El post de hoy está dedicado a los luchadores y
las luchadoras del movimiento Zapatista en México por ello, dejamos la
siguiente fotografía que refleja su esfuerzo por un cambio.
Para ponernos en
contexto comenzaremos comentando con un pequeño resumen sobre; ¿ En qué consiste
el movimiento zapatista? y ¿ cómo surgió?
Surge en Enero
de 1994 como un movimiento armado en defensa de los intereses de los indígenas luchando contra del gobierno de Carlos Salinas con
la ocupación de varias ciudades rebelándose en el estado de Chiapas.
Con el paso de
los años el enfoque y la estrategia de lucha de este movimiento ha cambiado,
dejando de lado la vía armada comprometiéndose en impulsar cambios sociales y
políticos por la vía pacífica.
Para que quede
más claro su lucha nos gustaría invitaros a visionar el siguiente documental
donde se refleja los diversos puntos de vista de la ciudadanía mexicana.
Es de admirar la
valentía de estxs luchadorxs a pesar de la situación en la que se encuentran,
con los medios de comunicación y los movimientos políticos en su contra
continúan luchando por su cultura y creencias despojándose de la necesidad por
parte de los altos cargos de adoptar o imponer la cultura de Estados Unidos,
olvidando la riqueza de la diversidad y la importancia de mantener la historia.
La lucha por
defender la cultura o las tradiciones debe de conllevar también el respeto
hacia los otros, no como se ha podido observar durante estos últimos meses con el
surgimiento de movimientos extremos como es el caso de la Yihad en la que a
través del miedo y la destrucción pretenden defender aquello en lo que
creen.
Como ya se ha comentado
anteriormente, el movimiento zapatista ha dejado a un lado las armas para
continuar su lucha con la palabra como necesidad de dar voz y participación de los indígenas en la vida social, respetando sus intereses y necesidades. Es un claro ejemplo de valentía y un posible ejemplo a aplicar aquí en España como lucha en contra de la imposiciones y el manejo de los países pioneros de Europa y una posición en contra de la primacía de los intereses económicos por encima de los intereses humanos.
Para finalizar
nos gustaría dejarles el cuento titulado "Los zapatistas y las
manzanas".
Dice Durito que la vida es como una manzana.
Y dice también que hay quienes la comen verde, quienes la comen
podrida y quienes la comen madura.
Dice Durito que hay algunos/as, muy pocos, quienes pueden elegir
cómo se comen las manzanas: si en un hermoso arreglo frutal, en puré, en uno de
esos odiosos (para Durito) refrescos de manzana, en jugo, en pastel, en
galletas, o en lo que dicte la gastronomía.
Dice Durito que los pueblos indios se ven obligados a comer la
manzana podrida y que a los jóvenes les imponen la digestión de la
manzana verde, que a los niños les prometen una hermosa manzana mientras
se las envenenan con los gusanos de la mentira, y a las mujeres les dicen
que les dan una manzana y sólo les dan media naranja,
Dice Durito que la vida es como una manzana.
Y dice también que un zapatista, cuando está frente a una manzana,
le saca filo a la madrugada y parte la manzana, con certero golpe, por la
mitad.
Dice durito que el zapatista no intenta comerse la manzana, que ni
siquiera se fija si la manzana está madura, o podrida, o verde.
Dice Durito que, abierto el corazón de la manzana, el zapatista
toma con mucho cuidado las semillas, va y ara un pedazo de tierra y las
siembra.
Después, dice Durito, el zapatista riega la matita con sus
lágrimas y sangre, y vela el crecimiento.
Dice Durito que el zapatista sembró el manzano para que un día,
cuando él no esté, alguien cualquiera pueda cortar una manzana madura y ser
libre para decidir si se la come en un arreglo frutal, en puré, en jugo, en un
pastel o en uno de esos odiosos (para Durito) refrescos de manzana.
Dice Durito que el problema de los zapatista es ése, sembrar las
semillas y velar su crecimiento. Dice Durito que el problema de los demás seres
humanos es luchar para ser libres de elegir cómo se comen la manzana que
vendrá.
Dice Durito que ahí está la diferencia entre los zapatistas y el
resto de los seres humanos: Donde todos ven una manzana, el zapatista ve una
semilla, va y prepara la tierra, siembra la semilla, la cuida.
Fuera de eso, dice Durito, los zapatistas somos como cualquier
hijo de vecina. Si acaso más feos, dice Durito, mientras de reojo mira como me
quito el pasamontaña.
Entonces, ¿Qué manzana comes tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario